LA COSIFICACIÓN E INSTRUMENTALIZACIÓN (CRÍTICA DESDE LA DIALÉCTICA NEGATIVA DE ADORNO)

En la dialéctica negativa de Adorno, la cosificación es un concepto central que describe un fenómeno problemático en la sociedad moderna.

La cosificación se refiere a la transformación de los seres humanos y de su entorno en objetos, en mercancías intercambiables y en instrumentos de la lógica instrumental.

Según Adorno, la cosificación es un producto de la racionalidad instrumental que domina en la sociedad contemporánea. En esta forma de pensamiento y acción, todo se convierte en objeto de manipulación y control para satisfacer los fines y las demandas del sistema económico y político.

En este contexto, los individuos son reducidos a meros objetos, privados de su autonomía, individualidad y capacidad de crítica. Las relaciones sociales también se ven afectadas por esta acción, ya que se vuelven mediadas por la lógica de la mercancía y el intercambio, en lugar de basarse en la auténtica comunicación y conexión humana.

Adorno argumenta que la cosificación tiene consecuencias negativas para los individuos y la sociedad en su conjunto. Contribuye a la alienación, el sufrimiento y la opresión, ya que los seres humanos se convierten en simples engranajes de la maquinaria del sistema, y sus necesidades o aspiraciones se subordinan a la lógica de la eficiencia y la rentabilidad.La dialéctica negativa busca cuestionar y resistir la cosificación a través de una forma de pensar y actuar crítica.

Busca desafiar la lógica instrumental que sustenta la cosificación, buscando recuperar la humanidad y la autonomía perdida. Esto implica cuestionar las formas de relación social basadas en la mercantilización y el control, y buscar formas alternativas de interacción y solidaridad que trasciendan esa acción y pensamiento de supremacía. El origen de esa visión utilitarista esta en el principio de las culturas pero se desata en la modernidad.

Pero en dialéctica negativa, la cuestión de la cosificación no se limita exclusivamente a los seres humanos, sino que se extiende a otras formas de vida, incluidos los animales.

Adorno se preocupaba por la forma en que la racionalidad instrumental y la lógica de la cosificación se aplicaban a los animales, tratándolos como meros objetos para el beneficio humano.

En la sociedad moderna, los animales no humanos son considerados como recursos, productos o propiedades (desligando de sus derechos a no ser considerados propiedad) que pueden ser explotados en función de los intereses humanos, especialmente en la industria cárnica o láctea, incluso ganadería, la experimentación científica y el entretenimiento.

Esas “actividades” de explotación hacia los demás animales refleja la cosificación y la alienación que caracteriza a la sociedad contemporánea.

Desde la perspectiva de la dialéctica negativa, la cosificación animal implica negar la subjetividad, las necesidades y los intereses propios de los animales, tratándolos simplemente como medios para alcanzar fines humanos.

Esto puede manifestarse en la producción en masa de animales para el “consumo” humano, donde se les priva de sus condiciones de vida naturales y se les somete a condiciones de vida y muerte inhumanas e inimaginables